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La exposición colectiva “Dibujo Urbano Venezuela” se inauguró en el Museo Arturo Michelena

Prensa MPPC (10/08/25).-  La Fundación Museos Nacionales (FMN), a través del Museo Arturo Michelena (MAM) y en colaboración con la Fundación Carlos Stohr, inauguró este sábado 9 de agosto,  la exposición “Dibujo Urbano Venezuela”. La muestra ubicada en la sala 6, presenta las obras de más de 30 artistas que documentan y reflexionan sobre el entorno urbano venezolano.

El dibujo urbano, una práctica artística que se realiza in situ para capturar la esencia de los lugares, ha sido impulsado por la Fundación Carlos Stohr, inspirada en el legado del cronista gráfico de la isla de Margarita. La exposición reúne las obras más destacadas de varios concursos de Dibujo Urbano Venezuela, presentando 31 piezas de pequeño formato que retratan distintos estados del país.

Durante la inauguración, la presidenta de la Fundación Carlos Stohr resaltó la conexión de esta técnica con el maestro Michelena. “Este espacio nos permite conectar el dibujo con el maestro Michelena, porque todos sus bocetos son una obra de arte en sí mismos. El dibujo urbano es una forma de boceto que termina siendo una obra de arte al desarrollarse en un espacio específico”, afirmó.

La exposición cuenta con la participación de 20 artistas regionales, 9 miembros del colectivo “Dibujo Urbano Caracas” y una obra del homenajeado cronista gráfico Carlos Stohr. Las piezas del colectivo caraqueño son el resultado de un recorrido por el sector de La Pastora, donde los artistas recrearon diversos paisajes a través de la observación directa.

Maximiliano González, artista del colectivo, explicó la filosofía detrás de su trabajo: “Nosotros somos cronistas gráficos sin cámara, dibujamos para dejar un testimonio de cómo era un lugar en un momento determinado. Este es el elemento más importante, ya que no usamos la fotografía como referencia, sino lo que vemos directamente”.

Rubén Méndez, artista del estado Mérida y ganador de uno de los concursos, destacó que el dibujo in situ busca capturar un espacio con historia. “El dibujo in situ busca un punto de encuentro que represente algo más que un concepto; es un espacio, es una historia, algo icónico que destaque la vida de ese lugar”, añadió.

La muestra colectiva “Dibujo Urbano Venezuela” estará disponible hasta el mes de octubre, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la cotidianidad del país a través de los ojos de estos talentosos artistas.

T: Prensa FMN

F: MAM

“El simulacro de los espejos” de Vicente Battista recibe Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos

Prensa MPPC (02/08/25).-  El Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos (Celarg) entregó este sábado 2 de agosto, el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos al escritor argentino Vicente Battista por su obra “El simulacro de los espejos”.

El acto coincidió con la celebración del 141 aniversario del nacimiento del insigne escritor venezolano Rómulo Gallegos.

El ministro del poder popular para la Cultura, Ernesto Villegas, manifestó que Doña Barbara y Vicente Battista se unen en un abrazo literario que representa un hito cultural para América Latina. Además, hizo mención al nacimiento de Rómulo Gallegos, elogiándolo como referente cultural de gran importancia para el país y aprovechó la oportunidad para felicitar a todos los trabajadores y trabajadoras del sector cultural en su día.

La máxima autoridad de la cultura venezolana, comparó a quienes intentan “manchar” el premio con el personaje de Míster Danger de la novela Doña Bárbara. Lo describió como representante del imperio con intenciones injerencistas. “No pudieron ni con Gallegos, ni con el pueblo de Venezuela. No es un premio para el mercado, es un premio para el libro que emancipa las conciencias y acaricia el alma”, puntualizó.

Asimismo, destacó que la convocatoria del premio trasciende el océano, demostrando que el pueblo venezolano no está solo. Mencionó que la “dictadura del algoritmo y de la tecnología” busca imponerse, y sugirió usar la tecnología de forma estratégica, ya que “hoy Míster Danger está disfrazado de tecnología”.

También convocó a los miembros del jurado y al ganador del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, Vicente Battista, a sumarse a la iniciativa encomendada por el presidente Nicolás Maduro: “convertir a Venezuela en la más grande sala de lectura y de escritura de toda la humanidad”. Con su “pluma, sabiduría, empeño y dignidad”, los invitó a acompañar esta nueva etapa de promoción de la lectura, aprovechando para enviar un saludo al pueblo argentino, expresando su confianza en que “más temprano que tarde va a liberarse de las amarras que le impiden cabalgar junto al resto de las fuerzas positivas de la humanidad”.

Villegas destacó que los escritores que persisten en su camino son a menudo poco apreciados por el mercado, pero su labor confirma la vitalidad de la identidad cultural del país. “Jamás Venezuela va a ser una mala palabra, aunque pretendan convertirla en una mala palabra, incluso hacen cada vez más grande a Venezuela”, afirmó.

El ganador, Vicente Battista, expresó su alegría y emoción por el reconocimiento. “Voy a cumplir 85 años y recuperé alegrías de mucho tiempo atrás”, comentó. El escritor argentino reafirmó la vigencia de la novela, asegurando que “mientras quede una historia para contar la novela seguirá viva, el premio internacional Rómulo Gallegos es la mejor prueba de ello”. Hizo alusión a que le hubiera encantado conocer al insigne escritor Rómulo Gallegos. Sin embargo, agradeció la oportunidad de encontrarse en el marco de la actividad con la hija y nieta del expresidente y referente de la literatura venezolana, sintiendo que de alguna manera estuvo cerca del autor de Doña Bárbara.

Para Battista, el género literario perdurará “si el viejo pescador cubano no abandona su lucha por el pez espada, si Doña Bárbara continúa devorando hombres, y mientras los Buendía sigan habitando Macondo”. Afirmó que, “en tanto quede una historia por contar, la novela seguirá viva, siendo el Premio Internacional Rómulo Gallegos la prueba más contundente de ello.”

Por su parte, el presidente del Celarg, Pedro Calzadilla, informó que para esta edición se recibieron 474 novelas de 32 países, un incremento significativo con respecto a años anteriores. Destacó, que Venezuela se convierte en “el epicentro de la novela y el escrito en lengua castellana” y celebró la masiva participación de escritores, incluyendo la cifra inédita de 69 obras escritas por autores venezolanos.

En su derecho de palabra, el presidente de la Comisión de Cultura, Deporte y Recreación de la Asamblea Nacional, Cristóbal Jiménez, elogió la narrativa Argentina y manifestó su acuerdo con el ministro Villegas en que “el imperio no va a acabar con la tranquilidad de Venezuela”. Además, subrayó la importancia de incentivar y motivar la lectura, así como lo manifestó el Jefe de Estado.

El evento contó con la presencia del viceministro de Fomento para la Economía Cultural, Raúl Cazal; la junta directiva del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos (Celarg); miembros del jurado calificador de la XXI edición del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, y el cuerpo diplomático acreditado en el país. Además, la ceremonia incluyó la participación del Orfeón Libertador perteneciente a la Alcaldía del municipio Bolivariano Libertador, que interpretó magistralmente el Himno Nacional y piezas emblemáticas de la Caracas de antaño.

T: Prensa MPPC / Ulises Briceño

F: Roiner Ross

Hugo Chávez: el Comandante de la palabra, la memoria y la cultura

Prensa MPPC (29/07/2025).– A 71 años de su nacimiento, Hugo Chávez Frías sigue habitando el alma cultural de Venezuela. Su legado perdura no sólo como líder político y militar, sino como un incansable creador, narrador y promotor de las expresiones artísticas y del pensamiento popular. Su impronta sigue viva: en las editoriales que publican obras esenciales para la identidad nacional, en los festivales que exaltan lo propio, y en la palabra cotidiana de quienes luchan por la soberanía del espíritu y la justicia social.

Celebrar a Chávez es honrar la palabra dicha y escrita. En sus relatos de infancia y vivencias llaneras, compilados en “Los cuentos del arañero”, Chávez se revela como un fabulador natural. Cada anécdota, narrada en su inconfundible tono, fusiona memoria, oralidad y política, conectando el imaginario del pueblo con la historia profunda del país. En estos relatos, lo íntimo se vuelve colectivo: la casa materna en Sabaneta, los juegos con sus hermanos, el barro del llano, el mango y la pelota de trapo, la abuela Rosa Inés. Todo eso que alimentó su raíz humanista y su sensibilidad popular.

Otra de sus obras fundamentales es el “Libro Azul”, publicado en 1992 desde la cárcel de Yare. Allí Chávez esboza su visión de país y su ideal bolivariano, proponiendo una nueva ética para la transformación nacional. Más adelante, en los Planes de la Patria, plasmó los valores y principios que deben guiar la construcción de una sociedad más justa, cimentada en la soberanía nacional, la participación popular y la cultura como elemento identitario. “La revolución no puede limitarse a los cambios económicos y sociales. Para todo ello se requiere la inyección poderosa de una cultura transformadora”, planteaba como reflexión.

Chávez también fue un narrador popular, un contador de historias que convirtió sus “Aló, Presidente” y sus encuentros con el pueblo en verdaderos espacios pedagógicos y poéticos. En cada emisión hacía uso de su don para la palabra: recitaba versos, contaba anécdotas, improvisaba décimas, compartía libros y hacía de la comunicación un acto de afecto y conocimiento. Su verbo era una mezcla de historia, humor, pasión, música y conciencia, que llegaba directo al corazón del pueblo.

Durante su mandato, impulsó una verdadera revolución cultural. Fue un defensor apasionado del libro y la lectura, promoviendo la democratización del conocimiento con la creación de colecciones accesibles y masivas que llevaron la lectura a cada rincón de Venezuela. Chávez fortaleció las editoriales del Estado y sembró la semilla de lo que hoy es la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), uno de los eventos culturales más relevantes del país, que suma 21 ediciones y se ha convertido en un punto de encuentro de escritores, lectores y movimientos culturales de todo el mundo.

Para Chávez, la cultura no era un adorno de la política, sino la escencia misma de la transformación social. “Una revolución verdadera es una explosión de cultura, de conciencia, de amor y de espíritu”, decía. Y lo demostraba con hechos: recitaba a Neruda y a Benedetti, cantaba joropos, llaneras y tangos, evocaba a Maisanta y a Bolívar con igual fervor. Se detenía a conversar con un niño o un poeta con la misma atención, reconociendo el inmenso valor del ser humano y su expresión.

En las escuelas hoy se escucha a Chávez cuando los niños y niñas aprenden sobre Bolívar, Guaicaipuro y Zamora, desde una perspectiva crítica y amorosa. En las ferias del libro, en los festivales comunitarios, en las radios populares y en cada rincón donde un artista se expresa libremente, su voz aún resuena.

Hugo Chávez fue y sigue siendo un sembrador de conciencia, un defensor del alma colectiva de los pueblos. Su legado cultural se manifiesta en el impulso creador de una nación que se reconoce en su diversidad, en su historia y en su esperanza. En cada palabra que nombra la patria con dignidad está él: el Comandante Eterno, el arañero que tejió sueños, poesía y revolución.

T: Prensa MPPC/Claudia Hernández 

F: Internet

Lectura mínima Solo existe lo que no existe
por Cósimo Mandrillo

Nada es real.

Tan tajante afirmación puede que sea la clave para desvelar el sentido de El simulacro de los espejos, la novela de Vicente Battista ganadora de la última edición del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos.

Al menos a eso apunta el título de la obra, un guiño al lector para advertirle que está ingresando a terrenos movedizos. En el mismo sentido discurre el epígrafe en el cual Borges afirma su convicción de que espacio y tiempo son nociones del todo subjetivas: “El espacio y el tiempo (…) son instrumentos mágicos del alma”.

Tal vez valga la pena que quien entre a esta novela se familiarice con los conceptos de simulacro y simulación del filósofo francés Jean Baudrillard. Para Baudrillard, la realidad ya no existe en lo concreto sino en el conjunto de signos y símbolos que lo sustituyen. Esa realidad otra termina por ser tan autosuficiente que guarda poca o ninguna relación con aquella que le antecede.

En sintonía con tales propuestas, Battista ha creado un mundo alternativo que parece flotar en una burbuja hermética, sin contacto con lo que solemos entender como mundo real. Se trata de un espacio en el que toda regla se reinventa, se reforman las rutinas y se sigue un código particular de conducta cuya lógica no llegaremos nunca a dilucidar.

Se ha dicho que esta es una novela kafkiana por su cercanía con lo absurdo. Algo de cierto hay en ello. Resalta, sin embargo, una diferencia clave entre ambos autores: los personajes de Kafka se ven oprimidos por una fuerza cuyo origen desconocen y de la cual les es imposible escapar; los personajes de Battista, en cambio, se someten voluntariamente a arduas pruebas con el objetivo de colmar el deseo de entrar, con la categoría de Escogidos, a ese “Lugar” donde toda lógica, costumbre e historia parecen quedar fuera.

Esta realidad paralela se caracteriza por tocar lo trascendente a través de lo banal. De hecho, todo el relato está montado sobre la reiteración de los actos cotidianos más sencillos y triviales. Constreñida la acción a un espacio reducido identificado como La Sala, parece natural que lo que allí sucede hoy sea idéntico a los sucesos de ayer y a los que ocurrirán mañana.

Para reforzar la sensación de ciclo, de cosa cerrada, el narrador reitera sin descanso las mismas fórmulas verbales, de modo de transmitir al lector un ambiente de rutina que destierra hasta las más elementales emociones.

Así pues, los eventos se describen una y otra vez con las mismas palabras. Los cuatrillizos Malerba hablan “en una lengua extraña, tal vez eslava o acaso ucraniana”. La fórmula se repite no menos de diecinueve veces a lo largo del relato.

Octavio, a quien se podría considerar el personaje principal y el único que cuestiona el orden existente en “El lugar” , se pregunta en no menos de cuarenta y cuatro ocasiones “¿Y ahora qué?”. Seguramente por eso es considerado una anomalía por la Administración de El Lugar.

La maestría de Battista reside en ir creando, en ese ambiente de aburrida rutina, un vigoroso suspenso, la expectativa de que algo está por ocurrir, que empuja al lector a seguir adentrándose en las páginas de la novela.

Hay un carácter lúdico que toca de principio a fin a El simulacro de los espejos. Sembrada de enigmas que nunca se resuelven, la novela es tierra fértil para todo tipo de interpretaciones. Una verdadera opera aperta cuyo mecanismo de funcionamiento ha sido anunciado, dentro del propio relato, por esas series que se muestran en las pantallas dispuestas en La Sala de las que se elimina el último capítulo, para que sean los espectadores quienes construyan los posibles desenlaces.

Hay, en fin, en El simulacro de los espejos una omnipresente virtualidad. Si nada es real, como se afirmó en la primera línea de esta nota, entonces todo es virtual. Hay una demostración evidente en esos espacios que se crean con solo depositar una mano sobre una pared vacía y de la cual surge lo que se desea en el momento, un bar, una biblioteca o un gimnasio.

No en balde, la última tertulia organizada por Requejo, ese alter ego del autor, tiene como tema central la inteligencia artificial. Probablemente, el oscurecimiento final de las claraboyas que iluminan El Lugar se deba al accionar del botón de apagado que anula toda la simulación.

Cósimo Mandrillo
Escritor, doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Iowa, magíster en Literatura Latinoamericana y profesor jubilado de la Universidad del Zulia. Fue galardonado con el Premio Regional de Literatura Jesús Enrique Losada (2000). Asimismo, se hizo acreedor del segundo lugar del concurso Los niños del Mercosur, de la editorial Comunicarte (Argentina, 2007).

Ojo por hoja
El lugar de las ficciones reales
por Raúl Cazal

Las historias casi siempre parten de otras historias o, por lo menos, eso es lo que creemos. El asunto está en cómo se cuenta.

Pongo sobre la mesa las referencias literarias que pudiera tener una historia —que sin dudas las debe tener porque hay una literatura que precede y en la que se sostienen las ficciones— porque el veredicto del Premio Rómulo Gallegos que dio por ganadora a la novela El simulacro de los espejos, de Vicente Battista, argumenta que es “una obra de inspiración kafkiana, que crea una atmósfera opresiva muy particular y refleja algunos de los rasgos principales que definen a la sociedad contemporánea”.

Es cierto que vivimos en un mundo y un tiempo con desquicio desmesurado, es por ello que la novela de Battista genera esa imagen, de la que se han convencido los lectores de Kafka, de que todo encierro —así como de ciertas locuras e incertidumbres— es kafkiano. Lo mismo que, podríamos decir, todo absurdo es digno de Ionesco.

Pero la realidad hecha artificio con personajes que aparecen y desaparecen por actos impropios según las normas establecidas por ciertos lugares, hace de la novela El simulacro de los espejos más que un guiño a nuestra sociedad contemporánea. La retrata como si estuviera contando la reclusión de personas que según “normas” —que en este caso se desconocen y trasgredirlas pasa a ser un delito— como tener tatuajes en la piel y ser de nacionalidad venezolana, que “merecen” ser expulsados, secuestrados, separados de su familia, especialmente de sus hijos.


Cualquier parecido con la realidad, es fantasía. No sé en donde leí o escuché esta frase, podría decir uno de los personajes de El Lugar, sitio enigmático que Battista escogió para contarnos una historia que puede ser factible, incluso en la ficción, porque retrata las relaciones humanas que se sostienen como si los personajes fueran actores que están siendo observados.

La clave de la historia está en los diálogos. Los personajes están dibujados por cómo piensan, expresados con el habla. Como dijera José Martí: “¿Quién no sabe que la lengua es jinete del pensamiento, y no su caballo?”.

El narrador también es un personaje o actor que desconoce en partes las claves que sostiene la historia que se devela con diálogos, fetiches y olvidos.

Vicente Battista expone cómo la moral conservadora hace uso de un discurso, que es hegemónico, para mostrar todas las prohibiciones y restricciones a las cuales la sociedad ha sometido a los individuos. La posibilidad de la transgresión es mal vista y si se logra, los individuos son desaparecidos.

Hay escritores que no se repiten aunque son considerados cultores de un género literario. Battista primero se formó en el cuento y obtuvo mención en Casa de Las Américas por Los muertos (1969) y su primera novela, El libro de todos los engaños (1984), es publicado cuando estaba exiliado en Europa. Siroco (1985) y Sucesos Argentinos (premio Planeta Argentina de Novela, 1995), son el comienzo de jugar en el género policial aunque el enigma es una carta que siempre está en juego en su literatura. Este último libro fue publicado por la editorial Gallimard en 2000.

El narrador de Gutiérrez a secas (2001) tiene un dejo en el tono de El simulacro de los espejos. Más bien al revés, quizás. Sin duda, es el mismo autor pero con la madurez que da el tiempo. Así como Cuaderno del ausente (2009) y Ojos que no ven (2012) son un díptico que puede leerse en el orden cronológico en que fueron publicadas, si el lector así lo prefiere.

El simulacro de los espejos fue publicada en 2024 por Hugo Benjamín (Argentina) y Garzamora Ediciones (Venezuela). El título lo toma de un texto de Jorge Luis Borges, un alérgico a la escritura de novelas por dos razones: una, su “incorregible holgazanería”, y la otra, porque gustaba vigilar lo que escribía “y, desde luego, es más fácil vigilar un cuento, en razón de su brevedad, que vigilar una novela”.

En El simulacro de los espejos Vicente Battista vigila la novela con maestría singular, humor y fidelidad con sus personajes porque lo ha escrito desde El Lugar hasta el punto final.

Raúl Cazal
Escritor, periodista y editor. Presidente del Centro Nacional del Libro desde noviembre de 2018. En febrero de 2019 asume la Dirección General de la Fundación Editorial El perro y la rana y en agosto es nombrado Viceministro de Fomento para la Economía Cultural. Es autor de los libros de cuentos El bolero se baila pegadito (1988), Todo tiene su final (1992) y de poesía Algunas cuestiones sin importancia (1994). Es coautor con Freddy Fernández del ensayo A quién le importa la opinión de un ciego (2006). Gracias, medios de comunicación (2018) fue merecedor del Premio Nacional de Periodismo en 2019, mención Libro. Actualmente dirige y conduce Las formas del libro.

Pensamiento bolivariano: un faro para la paz del siglo XXI

Prensa MPPC (24/07/2025).- La vigencia y utilidad del pensamiento de Simón Bolívar en el mundo actual fue la idea destacada durante el conversatorio “Bolívar y la paz. Construcción de un movimiento mundial por la paz”, realizado el miércoles 23 de julio en la Casa Amarilla, en Caracas, con la participación de intelectuales y activistas de diferentes países.

La actividad, enmarcada en el “Foro Internacional por una Humana Humanidad”, contó con la participación del coordinador de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, Sergio Arria, quien resaltó la disposición del Gobierno Bolivariano para generar espacios de reflexión sobre los desafíos de la humanidad en el seno del sistema capitalista- burgués. “Desde Venezuela, hay un proyecto, una propuesta que está a la orden de los pueblos del mundo. Tiene que ver con la construcción del gobierno popular el proyecto de las comunas, una expresión de esta nueva civilización que por lo menos en Venezuela está naciendo”, comentó.

El también viceministro de Cultura Audiovisual señaló la importancia de aportar conceptos e ideas que ayuden a descifrar el complejo contexto que vive la humanidad y a debatir conceptos como el de la nueva modernidad.

En ese sentido, el periodista y docente español Ignacio Ramonet destacó la pertinencia de hablar de paz en un mundo que se encuentra en constante transformación y se enfrenta a fenómenos determinantes como el cambio climático, la migración, el uso masivo de las nuevas tecnologías y la utilización de la guerra como argumento político.

Ramonet subrayó la necesidad de construir un modelo de paz basado en la igualdad, la justicia y el reconocimiento a la pluralidad de pensamientos distintos al representado por las potencias occidentales. “La paz debe darse en un mundo conciliado con sus elementos sociales, con un proyecto socialista del siglo 21 como lo propuso el presidente Chávez, como lo defiende el presidente Nicolás Maduro, esa es la paz que queremos”, dijo.

Por su parte, el general de División Jesús Sánchez Zambrano, dedicó su ponencia a honrar la memoria El Libertador Simón Bolívar, destacando sus aportes y reflexiones sobre la soberanía, la defensa de la identidad y la autodeterminación de los pueblos. “Su aspiración de una Patria Grande sigue siendo un faro que ilumina nuestro camino. Su pensamiento es indispensable para comprender los cimientos de nuestras sociedades latinoamericanas en un mundo en constante cambio, con nuevas formas de injerencia y desafíos geopolíticos (…) Su legado nos invita a fortalecer nuestra identidad, consolidar nuestra soberanía y resistir cualquier intento de menoscabar nuestra autonomía”, expresó.

En ese orden de ideas, la presidenta de la Liga Angolana de Amistad con los Pueblos (LAASP), Elisa Salvador, afirmó que este foro es propicio para tender puentes y establecer rutas comunes por un mundo más solidario, tendiendo en cuenta la participación de la juventud. Invitó a estudiar los legados de los líderes Simón Bolívar y Antonio Agostinho Neto.

“Hay que mirar sus legados con ojos actuales, recoger sus banderas y seguir caminando hacia la paz como cultura, derecho y proyecto colectivo que debe hacerse desde nuestro territorio, nuestras raíces y convicciones más profundas”, dijo.

Asimismo, el periodista brasileño José Reinaldo Carvalho destacó a Simón Bolívar como un estratega militar que concebía la paz duradera como un concepto inspirado en la integración latinoamericana, la solidaridad entre los pueblos, los valores fraternos, la autodeterminación, la defensa y la no agresión. El también dirigente político instó a denunciar el genocidio contra el pueblo palestino, el trato injusto a migrantes venezolanos en el mundo y la utilización de sanciones económicas como arma política.

Finalmente, el comunicólogo y escritor mexicano Fernando Buen Abad hizo referencia al Bolívar comunicador, resaltando la creación del periódico Correo del Orinoco y el concepto de artillería del pensamiento como herramientas para generar nuevas formas de filosofar. Dimensionando este aporte en la actualidad, Abad alertó sobre la necesidad de lograr la unidad de plataformas comunicacionales en el continente, a fin de crear un nuevo orden mundial de la información donde tengan cabida múltiples voces.

T: Prensa MPPC/ Claudia Hernández

F: Mónica Sánchez

“Bolívar y el equilibrio del universo: La unidad de la Patria Grande para contribuir con el mundo pluripolar y multicéntrico”

Prensa MPPC (23/07/25). – El Foro Internacional Humanidad Humana, celebrado este miércoles 23 de julio, dedicó su atención al trascendental tema “Bolívar y el Equilibrio del Universo: La unidad de la Patria Grande para contribuir con el mundo pluripolar y multicéntrico”. Diversos representantes internacionales disertaron sobre esta visión bolivariana y su relevancia en el panorama global actual.

El viceministro de Cultura Audiovisual, Sergio Arria, subrayó la relevancia del panel. “Este tema nos interpela y nos invita a concebirnos como un colectivo, como compatriotas de la humanidad, reconociendo que todos formamos parte de la misma humanidad,” afirmó. Destacó que el foro exploraría el pensamiento de Bolívar frente a los desafíos y amenazas actuales que enfrenta la humanidad, y cómo superarlos exitosamente.

Por su parte, Luis Brito García rememoró la temprana iniciativa de Bolívar en 1821 de convocar un congreso anfictiónico en Panamá, lo que demostró su visión integradora de América Latina para la resolución de conflictos.

Aleida Guevara, hija del icónico Che Guevara, ofreció una perspectiva personal, describiendo a Bolívar como “una enciclopedia viviente” de sabiduría. “Sin esa unidad de nuestros pueblos era imposible un proceso de liberación,” aseveró. Guevara concluyó que Bolívar es el precursor de una América unida, una América para todos los verdaderos americanos, y que su legado nos enseña que, a pesar de los sacrificios, es posible alcanzar el poder para transformar realidades.

Durante el foro se contó con la valiosa participación de distinguidos activistas como el intelectual argentino Néstor Kohan; la economista mexicana Ana Esther Ceceña; Ibrahima Kebe de Mali; la médica cubana e hija del Che Guevara, Aleida Guevara; el destacado escritor e historiador venezolano Luis Brito García; y el escritor y político cubano Abel Prieto. Sus aportes enriquecieron significativamente el análisis sobre cómo la figura de Simón Bolívar sigue siendo relevante y objeto de debate en la actualidad.

T: Dayana Martínez

F: Mónica Sánchez

Libro “Simón Bolívar y nuestra Independencia” muestra al Libertador desde una perspectiva revolucionaria

Prensa MPPC (24/07/2025).- El miércoles 23 de julio, fue bautizado en la Casa Amarilla de Caracas, el libro “Simón Bolívar y nuestra Independencia” del intelectual argentino Néstor Kohan. La obra reeditada por El perro y la rana destaca al Libertador como un líder revolucionario, popular y visionario de la Patria Grande.

Desde el “Foro Internacional por una Humana Humanidad”, el autor explicó que este libro ofrece una versión de Bolívar distinta a la representada en textos académicos oficiales. Es decir, una propuesta contraria al enfoque eurocéntrico y colonial presente en algunos relatos sobre la independencia de América Latina. En ese sentido, indicó que la obra está dirigida a un público joven. “La idea es que sirva para el debate político, la educación popular. No es un libro para la academia”, apuntó.

Kohan detalló que se valió de registros históricos, documentos, proclamas y obras sobre Bolívar para desarrollar su investigación. Además, destacó que el texto busca diferenciar al líder latinoamericano de figuras como Napoleón Bonaparte, vinculándolo con próceres del continente como José de San Martín.

La actividad fue moderada por el viceministro de Fomento y Economía Cultural, Raúl Cazal, quien detalló que la reedición de este libro fue un trabajo “arduo y satisfactorio”, presentado en la reciente Filven 2025.

“Lo presentamos, pero no lo bautizamos. Vamos a hacerlo en esta casa que nos ilumina. Definitivamente es una tremenda idea el trabajo en comunión entre la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad y el Instituto Simón Bolívar”, explicó Cazal, quien señaló que desde el Ministerio del Poder Popular para la Cultura se combate el colonialismo a través de las ideas.

El también presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal), destacó que la difusión de la lectura en Venezuela es una gesta, en medio de las medidas coercitivas aplicadas al país. “Cada libro que nosotros realizamos es una derrota para el imperialismo”, afirmó.

En ese sentido, la presidenta del Instituto Simón Bolívar (ISB), Blanca Eekhout, subrayó que las ideas del Libertador conservan plena vigencia. “Bolívar sigue en combate, sigue asustando al imperio. Hoy, más que nunca, está en batalla y nos sigue diciendo por dónde hay que ir. Ese es el Bolívar de nuestra Independencia”, comentó.

Con prólogo del intelectual cubano Abel Prieto, el libro “Simón Bolívar y nuestra Independencia” propone una relectura profunda y crítica de la gesta emancipatoria suramericana, posicionando al Libertador y a otros próceres en el marco de un proyecto revolucionario aún inconcluso: la construcción de la Patria Grande y el socialismo.

T: Prensa MPPC / Claudia Hernández

F: Mónica Sánchez

Caracas sede del Foro Internacional “Por una Humanidad Humana”

Prensa MPPC (23/07/25).- En un acto cargado de simbolismo y reflexión, se instaló con éxito este miércoles 23 de julio, el Foro Internacional “Por una Humana Humanidad, Equilibrio del Universo”. El evento se celebró en la emblemática Casa Amarilla de Caracas.

Yvan Gil, ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, rememoró la capacidad de Simón Bolívar para “cambiar la humanidad, de torcer el rumbo perverso, el rumbo de la imposición, de la dominación, del imperialismo, derrotar el imperio más poderoso que existía para la época”. Resaltó que Bolívar fue capaz de comprender, expresar y convencer a una generación entera.

Asimismo, recalcó que para Bolívar, “la paz no es la ausencia de conflictos, como lo define la teoría clásica, sino que Bolívar es el primero que plantea que la paz es producto de la justicia. Y hoy, más que nunca, ese pensamiento está vivo. Es lo que estamos clamando hoy en día los bolivarianos y todos los habitantes de este mundo que decimos por la paz”.

Blanca Eekhout, diputada y presidenta del Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos, destacó el llamado del presidente Nicolás Maduro para que la geopolítica y la diplomacia sean un asunto de todo el pueblo. “Estamos celebrando 242 años del nacimiento del padre Bolívar. Un nacimiento que es permanente porque Bolívar nace todos los días en nuestras luchas, en cada batalla, en la resistencia de nuestro pueblo. Su legado es para nosotros bandera, estandarte, impulso”, afirmó.

Citando al Comandante Eterno Hugo Chávez, añadió: “Un nacimiento permanente de Bolívar. Nos habíamos planteado que Bolívar despertó, como lo dice el poema de Neruda; pero realmente Bolívar resucitó en su pueblo y vive cada día”. Asimismo, subrayó la visión geopolítica del Libertador, quien “planteó la independencia y la unión de las naciones, una patria de iguales, justas, más grandes, decía Bolívar, por sus virtudes y gloria, por su extensión y riqueza”.

Por su parte, el intelectual Ignacio Ramonet compartió anécdotas del Comandante Hugo Chávez, quien relataba cómo la burguesía intentó silenciar el pensamiento de Bolívar. “Cuando Chávez volvió a despertar a Bolívar, volvió a darle vida a su pensamiento. Demostró que el pensamiento de Bolívar seguía siendo hoy, en el siglo XXI, un pensamiento subversivo, un pensamiento anticolonial, un pensamiento antiburgués, un pensamiento antiesclavista, un pensamiento antidiscriminatorio”.

Señaló además, que el rescate del pensamiento bolivariano por Chávez y su continuidad con el presidente Maduro es lo que impulsa la revolución y la modernidad actual.

La jornada reunió a una diversa congregación de movimientos sociales, partidos políticos, organizaciones populares, intelectuales, plataformas culturales y un centenar de representantes internacionales provenientes de 40 países.

Este evento, organizado por el Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad de los Pueblos, forma parte de una serie de encuentros que culminarán con la Cumbre de los Pueblos por la Paz y Contra la Guerra, programada para el próximo 25 de julio, que coincide con el aniversario n° 242 del natalicio del Libertador Simón Bolívar.

T: Dayana Martínez

F: Mónica Sánchez

ENTRE CULTURAS
Asdrúbal

Hay amistades que se van construyendo sin permiso. Como si la vida te mandara señales que no vas percibiendo hasta que llega el momento indicado y te das cuenta cómo encajan las piezas del rompecabezas. La primera vez que vi a Asdrúbal Meléndez fue como todero quijotesco que viajaba en una ballena por todo el país armado de un proyector y cargado de rollos que proyectaba en sábanas y paredes en los pueblos que visitaba. La película El cine soy yo (1977) de Luis Armando Roche.

Ese mismo año lo volví a ver haciendo el papel de uno de mis padres putativos, el escritor y perseguidor de utopías José Vicente Abreu, en la versión cinematográfica de su novela testimonial Se llamaba SN dirigida por Luis Correa. Recuerdo haber celebrado con mi hermano de vida José Agustín Abreu Catalá la escogencia de ese actor para interpretar a su padre, así como la de Lucio Bueno para el papel de Luis Navarrete Orta.
Posteriormente lo vi personificando un sacerdote muy humano, imbuido de las ideas de la teología de la liberación en la hermosa película Manuel (1979) de Alfredo Anzola. Esta película se filmó en un pueblo al que he tenido entre mis querencias desde los días de infancia, Puerto Píritu. La casa de mi padre sirvió de cuartel general del equipo de producción.


En 2011 escribí y grabé la música para la película Una mirada al mar de Andrea Ríos, donde Asdrúbal hace uno de los papeles protagónicos, el de un pintor. Y fue, finalmente, gracias a su extraordinaria faceta de pintor como llegué a conocerlo personalmente en una exposición suya, Asdrúbal Meléndez en un plano secuencia, organizada en la Biblioteca Nacional en 2018. Nos hicimos amigos y de esa ocasión quedó la costumbre de cantarle la Balada de Mackie Messer en alemán cada vez que nos veíamos. El rompecabezas se había completado.

Ignacio Barreto
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20/07/2025