Por Alexander Lugo
“Creo en los Poderes Creadores del Pueblo”,
Aquiles Nazoa.
El viernes 16 de febrero se llevó a cabo el lanzamiento de “La Gran Misión Viva Venezuela”. Fue un evento lleno de vistosidad colorida, música sentida, danza explosiva y tradiciones de honda raigambre popular.
Desde antes de las 10:00 am se comenzaron a congregar en los alrededores de la plaza de “Los Museos” en Los Caobos y en todas las adyacencias del Teatro Teresa Carreño, multitud de gente venida de distintos puntos de la geografía nacional, con sus trajes, máscaras, tambores, cordófonos y cantos.
Ya de por sí, los que estábamos allí desde temprano, nos fuimos llenando de la energía y magia de la música, cantos y rituales de nuestra tierra, puesto que la gente no se limitó a esperar largamente en las colas (más de 3 horas para empezar a moverse) sino que todo era un conglomerado de giros melódicos, sones y golpes de tambores. Había mucha alegría y un especial entusiasmo que contagiaba e hizo cortas las horas de espera. Todo mezclado y simultáneo, pero por momentos con un sentido de diálogo y verdadero intercambio de saberes, sonidos y calor humano.
Yo inconscientemente “recordé” un evento que marcó un antes y un después en nuestra historia y en el conocimiento de la espiritualidad de nuestras tradiciones. En otro febrero, en ocasión de la toma de posesión del Presidente Rómulo Gallegos, se le encargó a Juan Liscano la “Puesta en escena” en la Plaza de Toros del “Nuevo Circo” de Caracas para este importante acto. Liscano, junto a un grupo de destacados investigadores de nuestras tradiciones, colmó “El Nuevo Circo” de música y danzas tradicionales venezolanas, y por primera vez se veía en Caracas, la riqueza de su diversidad cultural expresada por sus propios cultores; y se encontraban ellos mismo atónitos con el sentir y hacer cultural de cada pueblo. Corría el año de 1948, y mi madre contaba tres años de edad, allá en las sabanas de Guanipa al sur del estado Anzoátegui.
Al ingresar por fin a la Sala Ríos Reyna la emoción continuó en aumento y se ubicaron en espacios bien demarcados, los Zaragozas de Sanare, los Giros de San Benito del Sur del Lago de Maracaibo, los Tamunangueros de El Tocuyo, los Joroperos de Guárico o los Boleros de Caucagua, entre muchos, por nombrar solo a los que tenía más cercanos a mi ubicación. Las caras eran de emoción, mucha gente del trajinar diario de la cultura entre el público, célebres cantores, bailadores emblemáticos, constructores de instrumentos, declamadores y galeronistas, investigadores y docentes y también gerentes culturales y gente del mundo político.
Ya en la tarima se preparaban los músicos para dar inicio al acto. Dirigidos por Javier Marín, cuatro en mano, se rodeaba de importantes músicos y cantores, que interpretarían una gama de géneros y expresiones de nuestra riqueza musical.
Pasada las cuatro de la tarde, con el arribo del Presidente de la República, se dio inicio al esperado acto: el lanzamiento de “La gran misión viva Venezuela”. Este comenzó con una escenificación de El Papagayo con los actores del grupo de Teatro César Rengifo, Los cuales terminaron entonando la canción El Papagayo popularizada por el afamado grupo Serenata Guayanesa con autoría de Iván Pérez Rossi.
Luego se continuó con cinco cantos “a capella”: Elena Gil con un Canto Indígena, inmediatamente Vidal Colmenares entonó un Canto de Arreo del llano venezolano y prosiguió Daisy Gutiérrez con un Canto de Pilón del estado Sucre conjuntamente con la cultora Paula Nuñez. Luego vino la explosiva entrada de Francisco Pacheco cantando una Sirena, de Cata estado Aragua. La emoción subió al máximo y se alborotó el teatro y explotó en aplausos a la entrada de Fabiola José, Ana Cecilia Loyo y Amaranta Pérez entonando a tres voces un Canto de Lavanderas. Se trató de Cantos de Faena de diferentes zonas de nuestra Venezuela.
Luego apareció en escena el joven cuatrista Isidro Landaeta, quien luego de un “registro” ejecutó un joropo llanero para Cuatro solista, Quita Pesares, paseándose por diferentes tonalidades, a la manera de los arreglos de Cheo Hurtado con “La Siembra del Cuatro”.
Seguidamente tomó las riendas la agrupación de tarima para acompañar a varias voces femeninas que entonaron la diversión oriental La Mariposa cantadas por Daisy Gutiérrez, Domelys González, Ligia e Isabela Querales, Ana Cecilia Loyo y Fabiola José; en homenaje a la cantora cumanesa María Rodríguez.
A continuación se presentó desde la Isla de Margarita, Lucienne Sanabria, cantando una Malagueña oriental. Siguió luego un Galerón margariteño, interpretado por Ernesto Da’ Silva, “El Ciclón de Margarita”.
Llegó el turno del joropo oriental con el golpe titulado Marcolina, Joropo con Golpe de Arpa y Estribillo, interpretado por Óscar Lista.
El Joropo sucrense dio paso a la bandola llanera de Ismael Querales con un virtuoso Pajarillo, acompañado de cinco parejas de bailadores de joropo llanero que demostraron la vistosidad y reciedumbre de nuestro Joropo.
Luego se incorporarían varias parejas de jóvenes y niños bailadores de Joropo y el canto inconfundible del portugueseño Vidal Colmenares.
Llegó el turno del Joropo Central con los Hermanos Bogado, en el arpa tuyera Edward y en las voces Emily y Evelyn Bogado acompañados de una pareja de bailadores. En el mismo género siguió Yustardi Laza el “Príncipe del Arpa”, acompañando al cantautor José Alejandro Delgado y cinco parejas de bailadores de joropo central, con el tema Lo que da razón al diente.
Luego, del estado Zulia, Juan Carlos Ekmeiro y Justo Montenegro cantaron una “Décima zuliana”.
Nos “fuimos” al estado Lara con el Son del Tamunangue, El seis figurea’o, un golpe larense, con varias parejas de bailadores y “peleadores” de garrote. Acompañados en los cordófonos, familias del cuatro, maracas y tambor (tamunango) por José Gregorio Yepez y Naudy Arraíz, de los “Golperos del Tocuyo”, junto a Juan Pérez, Jesús Berenzola, Daniel Gil e Ismael Querales.
Momento emocionante la aparición de la cantora Lilia Vera, con una gaita de tambora titulada De mi Pueblo, junto a las danzas de cinco bailadores de gaita de tambora. En los coros, acompañando a Lilia, estaban Amaranta, Ana Cecilia, Fabiola José, Ligia Querales, Oscar Lista y José A. Delgado.
Desde La Guaira llegaron Las Voces Risueñas de Carayaca quienes entonaron dos fulías, lideradas por Loreley Pérez, tituladas, Juana Catalina y No Cuentes Conmigo Negra.
Nuevamente en escena el grupo de Teatro Infantil César Rengifo, representó actuó y bailó el Calipso de El Callao: Los Medio Pinto, siguió el calipso Isidora y Guayana Es. A lo que se sumó Serenata Guayanesa con el Calipso El Callao to Night. Siempre con las madamas, los diablos, los medio pintos y la danza del calipso. El cultor de El Callao, Carlos London se unió a la interpretación del Calipso con su grupo y conjuntamente con Serenata Guayanesa.
Posteriormente se presentó un emotivo homenaje al cantor Alí Primera por los 39 años de su fallecimiento, asimismo se le dedicó una décima a “Chelias” Villarroel por estar cumpliendo 100 años de vida, el decano del folklore margariteño. Posteriormente se entonó La canción del Lunerito de Alí Primera.
Para cerrar la parte musical, Francisco Pacheco entonó el Sangueo Venezuela bandera venezolana y salieron muchos bailadores con sus banderas multicolores de diferentes espacios del teatro y todos los cantores que participaron se unieron en el escenario para hacerle coro a Pacheco.
El ministro de Cultura Ernesto Villegas hizo el anuncio de la más reciente manifestación venezolana a la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, para los Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua, quienes subieron al escenario y recibieron de manos del Presidente de la República el Diploma de la UNESCO que los acredita. ¡Los Boleros de Caucagua para el mundo!, fue el grito emocionado del público.
Luego fueron llamados los integrantes del “equipo promotor” de la Gran Misión “Viva Venezuela” para ser juramentados por el Presidente, que quedó conformada por Iván Pérez Rosi, Luisana Pérez, Francisco Pacheco, Javier Marín, Ana Cecilia Loyo, Amaranta Pérez, Noel Márquez, Lizbeth Villalba, Juan Escalona y Ernesto Villegas.
El acto finalizó con la interpretación de la parranda Viva Venezuela, y con las esperanzas y motivación para el sector cultural del País. Aspiramos, que así como en el año 48 se conoció, y se comenzó a enaltecer y a amar nuestras tradiciones, en este nuevo febrero (vaya mes de tan hondo sentir) se dignifique y valore al pueblo hacedor de cultura.