InicioEl Libro y la LecturaFilvenPanapamne wachike: la lengua caribe como canto vivo en honor a Mosonyi

Panapamne wachike: la lengua caribe como canto vivo en honor a Mosonyi

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En el séptimo día de la 21a Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) 2025, el homenajeado de esta edición, Esteban Emilio Mosonyi, además de ser celebrado desde los discursos, lo fue también desde la raíz misma de su causa: la preservación del idioma caribe, alma vibrante de los pueblos originarios.

Este miércoles 9 de julio se desarrolló en la Sala Filven el Taller del idioma caribano, homenaje a Esteban Emilio Mosonyi. Se trató de un espacio ceremonial donde, guiados por la voz sabia de Mosonyi, se compartieron explicaciones, ejemplos y vivencias lingüísticas, a través de las cuales los asistentes escucharon y pronunciaron frases como “temeyaja pona” (hasta pronto), “yakono yesemo” (compañero señor) y “panapamne wachike” (tristeza no hay). Estas expresiones no solo transmiten contenido educativo, sino también cosmovisión.

Lo fonético se transformó en canto y poesía

Estudiantes del Centro de la Diversidad Cultural hicieron vibrar el salón con canciones en lengua caribe dedicadas a su maestro. Sus voces tejieron un homenaje vivo, más allá de lo académico, en un acto de ternura colectiva y compromiso con la memoria. Cada canto resonaba como una ofrenda, como si al nombrar la lengua, se encendiera una llama antigua.

Un testimonio de esto fue el del cineasta Christian Márquez, quien compartió su experiencia de cómo llegó a la clase de caribano “buscando ayuda y asesoría para el desarrollo de un guion en el que trabajo desde hace más de seis años. Allí relato la historia de Guaicaipuro y de los caribes Catia, Batuta, Chacao y Naiguatá (…) porque quiero que sus palabras se escuchen en la eternidad.”

Márquez resaltó que Mosonyi se dedica con cariño y entrega, junto a él, a la traducción de los diálogos de dicha obra. “Para nosotros, el hecho que se esté reviviendo la lengua y plasmarla en la película será algo trascendente, respecto a la permanencia de la misma lengua en el futuro. Eso es lo que queremos”, concluyó.

Dar sentido a la existencia

Por su parte, el taller dejó de ser una simple actividad propia de la Feria para convertirse en un acto de resistencia afectiva. Los estudiantes contaron que para ellos constituyó una alegría la iniciativa de Mosonyi de impartir sus saberes en Los Teques. Comentaron, en tono anecdótico, que aunque comenzó como una actividad a la que solo asistían “puros adultos”, luego cultivó la curiosidad en sus hijos y nietos, quienes poco a poco se incorporaron a la formación para “dar sentido al trabajo, a la tierra y a nuestra existencia”.

Esta actividad formativa se presenta como un altar simbólico donde palabras ancestrales encuentran voz en nuevas generaciones, donde Mosonyi, más que homenajeado, es reconocido como el faro de una causa justa: la de hablar para no olvidar.

Este año, la Filven no solo le rinde tributo a Esteban Emilio Mosonyi con discursos, sino también con actos vivos donde su legado se multiplica en la emoción de sus estudiantes, en la música que ha hecho en su lengua y en cada gesto de quien comprende que preservar un idioma es también preservar el alma de todo un pueblo.

FILVEN/GG/MR

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